22 de noviembre de 2025
En Paraguay, las municipalidades y prácticamente todos los órganos del Estado se han convertido en refugios de hurreros políticos, esos operadores de campaña que, lejos de aportar algo al servicio público, solo inflan las planillas salariales y asfixian las finanzas de instituciones ya quebradas moral y administrativamente.

El aumento de los gastos corrientes nos condena como país; no hay forma de financiar estos pedidos sin afectar los pilares de nuestro crecimiento económico, señaló Beltrán Macchi, de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios de Paraguay (CNCSP). Mientras, el titular de la CAP, Carlos Jorge Biedermann, dijo que no se puede gastar lo que no se tiene, y muchos menos, gastar mal.

Dinero que debió ser blindado en el Fondo para la Excelencia de la Educación fue desviado a otros fines durante las administraciones de Santiago Peña y Lea Giménez en Hacienda, según documentos arrimados a ABC. Se habla de más de US$ 350 millones que fueron a gastos corrientes.

El ministro de Obras Públicas y Comunicaciones, Ramón Jiménez Gaona, dijo ayer que la totalidad de los recursos provenientes de la colocación de bonos en el exterior, que recibió la cartera entre 2013 y este año, ya fueron ejecutados. Estos recursos ascienden a US$ 1.100 millones de dólares, aproximadamente.
Los gremios empresariales de la producción, la industria, el comercio y los servicios advierten al Poder Legislativo que nuestro país no puede seguir incrementando los gastos corrientes, como lo ha hecho durante los últimos 10 años.

Es crucial que el Estado diseñe e implemente una estrategia clara para que los gastos corrientes disminuyan en forma importante con relación a los ingresos generados, porque si la relación se mantiene el país se podrá ver en dificultades para honrar los compromisos en su momento. Así se expresó Dimas Ayala, gerente general de Bancop, ante un escenario de posibles menores recaudaciones tributarias.